lunes, 24 de febrero de 2014

Mano dura, no es mano suelta!!

Cunado hablar de disciplina, no tenía connotaciones violentas.

Vamos a seguir en este blog la historia que comenzaba en el blog de La Ratita Presumida http://eltallerdelaratita.blogspot.com.es/ que nos hablaba del libro “mil ideas para las madres”, ya que es un libro creado a partir de los consejos recopilados durante siete años, enviados a través de cartas, a la editora de este libro.
Aquí se recopilan consejos de salud, de nutrición, de educación de seguridad, entrenamiento, etc. Todo desde la experiencia de las propias madres y mujeres que han puesto en práctica cada uno de esos consejos.

Ideas sencillas, generalmente, de sentido común, siempre, ponen de manifiesto que por muchas tecnologías, soportes, ayudas, consejeros expertos con realitis televisivos, al final lo que funciona es la lógica, estrictos con las normas, flexibles cuando haya que serlo, dar mucho amor a los pequeños, sin olvidarnos que nosotros, los adultos seremos su referente de conducta, su imagen para imitar.

Aquí van dos cartas que hemos seleccionado este mes, dedicado el capítulo a la Disciplina.

Impertinencia
Mi Tomasito, a la edad de tres años empezó de súbito a acoger ademanes hostiles cuando yo le mandaba hacer algo. Cierto día en que le mandé recoger sus juguetes, me quedé muda de asombro al ver que me sacaba la lengua. Como observara que el esperaba ver lo que yo hacía, no me di por enterada de la impertinencia. Volvió a salir la roja lengüecilla sin que yo perdiera mi impasibilidad. Al cabo de poco minutos le pregunté si recogía los juguetes, a lo que me contestó con una voz y ademanes de respeto: “No. mamita, pero los recogeré enseguida”. Esto fue bastante para demostrarme que había hecho bien en dominar mis nervios y darme la seguridad de que no se repetiría la falta de respeto.
Objeto prohibidos

Cuando  mi nene empezó a andar y coger lo que encontraba a mano, me pareció más práctico poner fuera de su alcance las cosas, que prohibirle el que las tocara. Pero si le llevaba a una visita no podía exigir de la dueña de la casa que empleara el mismo sistema, y la criatura me causaba bochornos y desazones con su pésimo comportamiento. Entonces empecé a educar al niño como se debe, haciéndole comprender que hay muchas cosas a las que no se debe tocar y que “no”, tiene un significado que es preciso obedecer.

Ya sé, que lo niños de antes no son los niños de ahora, pero no deberíamos preguntarnos algo: ¿son la madres de ahora como las madres de antes? Igual, y solo digo “igual” algo tiene que ver, no???? no echemos la culpa de todo a la televisión, internet…etc. Las madres siguen pariendo a los niños, dándoles de mamar, cambiándoles los pañales, sin embargo ¿por qué han dejado de educarlos?