miércoles, 10 de julio de 2013

EL CUENTO TRADICIONAL

El cuento tradicional es una narración breve, que se refiere a acontecimientos ficticios. Pertenece a la tradición oral y perdura en el tiempo a través de sus variantes. Deber "atemporal", breve, cuyos personajes posean pocos atributos. Suele existir "algo" que genera un conflicto, y que deba resolverse al final.
 
Aquí os dejamos un ejemple de Cuento Tradicional:
 
LA LLAVE DE MI CORAZÓN
Las puertas del Castillo estarían cerradas para que no tuviera tentaciones de volver. Cansado de los caprichos de su hija menor, el Rey Ras la envió a una de sus tierras para que aprendiera a cultivar uvas, y de paso algo de humildad. Allí conoció a Lilit, una campesina que era casi tan bonita como ella.
Una calurosa tarde, se les acercó un sediento monje en busca de sombra. Lilit le ofreció un botijo con vino fresco de su cosecha, secando con un pañuelo húmedo su anciana frente.
 
-Querida campesina, en agradecimiento a tu bondad te regalo esta llave de latón. Úsala bien, pues es capaz de abrir todas las cerraduras del Reino, incluso la que guarda el corazón del amor verdadero...
 
 
 
 
La princesa ansiaba tener la llave para entrar en el castillo sin que nadie la viera. Estaba harta de dormir en una cama de paja.
Por aquel entonces, un apuesto príncipe andaba buscando un amor que le hiciera olvidar a las estúpidas princesas que habían pasado por su vida. Cuando sus ojos se tropezaron con los de Lilit, todo se iluminó a su alrededor y el amor surgió de una mirada. Quedaron en verse a la mañana siguiente, pero Lilit nunca apareció.
Durante la cena, la princesa, celosa de la buena fortuna de la campesina, vertió un potente somnífero en su bebida. Mientras dormía, le robó la llave,  metiendo a Lilit en una caja de madera.
Al amanecer, la princesa consoló al príncipe encantador. Este, presionado por su padre para casarse, decidió que la princesa era su mejor opción, sin olvidar los oscuros ojos de Lilit.
La víspera de las tan ansiadas nupcias, la princesa le regaló a su encantador príncipe la llave que abría todas las cerraduras del Reino.
-Incluso la del corazón del amor verdadero… – le susurró.
Esa misma noche antes de dormir, el príncipe recibió en sus aposentos una gran caja con una cruz como regalo de bodas.
Cegado por la curiosidad, recordó que su llave le podría ser útil para ver el contenido de tan extraño regalo. Probó suerte introduciendo la llave en una de sus cerraduras. Al abrir la tapa se encontró a la dulce Lilit, que yacía dormida.
El día de su boda, la princesa vio aparecer a Lilit con sus manos entrelazadas a las de su príncipe.
Mientras un gélido escalofrío recorría su espalda, a su mente llegaban las palabras de un viejo monje: incluso la que guarda el corazón del amor verdadero…
 
Manuela Suspiros