Vamos a seguir en este blog la historia
que comenzaba en el blog de La Ratita Presumida http://eltallerdelaratita.blogspot.com.es/ que nos hablaba del libro “mil
ideas para las madres”, ya que es un libro creado a partir de los consejos
recopilados durante siete años, enviados a través de cartas, a la editora de
este libro.
Aquí se recopilan consejos de salud, de
nutrición, de educación de seguridad, entrenamiento, etc. Todo desde la
experiencia de las propias madres y mujeres que han puesto en práctica cada uno
de esos consejos.Ideas sencillas, generalmente, de sentido común, siempre, ponen de manifiesto que por muchas tecnologías, soportes, ayudas, consejeros expertos con realitis televisivos, al final lo que funciona es la lógica, estrictos con las normas, flexibles cuando haya que serlo, dar mucho amor a los pequeños, sin olvidarnos que nosotros, los adultos seremos su referente de conducta, su imagen para imitar.
Aquí van dos cartas que hemos
seleccionado este mes, dedicado el capítulo a la Disciplina.
Impertinencia
Mi
Tomasito, a la edad de tres años empezó de súbito a acoger ademanes hostiles
cuando yo le mandaba hacer algo. Cierto día en que le mandé recoger sus
juguetes, me quedé muda de asombro al ver que me sacaba la lengua. Como
observara que el esperaba ver lo que yo hacía, no me di por enterada de la
impertinencia. Volvió a salir la roja lengüecilla sin que yo perdiera mi
impasibilidad. Al cabo de poco minutos le pregunté si recogía los juguetes, a
lo que me contestó con una voz y ademanes de respeto: “No. mamita, pero los
recogeré enseguida”. Esto fue bastante para demostrarme que había hecho bien en
dominar mis nervios y darme la seguridad de que no se repetiría la falta de
respeto.Objeto prohibidos
Cuando mi nene empezó a andar y coger lo que
encontraba a mano, me pareció más práctico poner fuera de su alcance las cosas,
que prohibirle el que las tocara. Pero si le llevaba a una visita no podía
exigir de la dueña de la casa que empleara el mismo sistema, y la criatura me
causaba bochornos y desazones con su pésimo comportamiento. Entonces empecé a
educar al niño como se debe, haciéndole comprender que hay muchas cosas a las
que no se debe tocar y que “no”, tiene un significado que es preciso obedecer.
Ya sé, que lo niños de antes no son los
niños de ahora, pero no deberíamos preguntarnos algo: ¿son la madres de ahora
como las madres de antes? Igual, y solo digo “igual” algo tiene que ver, no????
no echemos la culpa de todo a la televisión, internet…etc. Las madres siguen
pariendo a los niños, dándoles de mamar, cambiándoles los pañales, sin embargo
¿por qué han dejado de educarlos?
Ay! cuanta razón. Parece que ahora da miedo ser un poco "duro" con la educación de los niños, pues no creo que nuestras madres lo hicieran nada mal!!! y sin violencia, como mucho alguna zapatilla voladora, que nunca daban en el objetivo, ¿sería premeditado? en el fondo ellas no querían acertar...solo asustar cuando la paciencia llegaba al límite, jejeje
ResponderEliminarMás vale una roja que veinte amarillas...
ResponderEliminarQuerida Ratita, falta un factor muy importante en la educación: EL PADRE!!! Que también tiene que participar al 50 por ciento...
ay, claro que si, pero estas cartas son de los años ·0 ellas se lo guisaban, ellas se lo comían...
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